El equipo argentino Lanús se coronó campeón de la Copa Sudamericana por segunda vez tras vencer al Atlético Mineiro de Brasil en una emocionante definición por penales, luego de que el partido terminara 0-0 en el tiempo reglamentario y la prórroga. La final se disputó en el estadio Defensores del Chaco, ubicado en Asunción, Paraguay.
El encuentro fue sumamente parejo y caracterizado por la escasez de oportunidades claras de gol. La igualdad en el marcador se mantuvo durante los 90 minutos y los 30 minutos adicionales, lo que llevó a la resolución del título a través de la tanda de penales. En esta instancia decisiva, el arquero de Lanús, Nahuel Losada, se destacó notablemente al detener tres disparos, convirtiéndose en la figura clave para la consagración de su equipo.
Bajo la dirección técnica de Mauricio Pellegrino, el conjunto argentino mostró una gran solidez defensiva y una regularidad constante a lo largo del torneo, lo que les permitió alcanzar el éxito. Este título representa no solo un nuevo logro para Lanús, sino también un cierre positivo tras haber sufrido derrotas en tres finales internacionales previas: la Recopa Sudamericana de 2014, la Copa Libertadores de 2017 y la Copa Sudamericana de 2020.
El desarrollo del partido fue inicialmente lento, con ambos equipos intentando construir jugadas desde la defensa y sin generar oportunidades claras. Lanús intentó avanzar principalmente por la banda derecha con el apoyo de Eduardo Salvio, mientras que Atlético Mineiro buscó mayor protagonismo, aunque sin inquietar en exceso hasta pasados los primeros 25 minutos. La ocasión más destacada en la primera mitad fue un disparo de tiro libre de Bernard que impactó en el poste.
En el segundo tiempo, el ritmo aumentó y ambos conjuntos adoptaron un juego más vertical, con Mineiro intentando dominar el ataque. Sin embargo, la defensa de Lanús, liderada por Canale e Izquierdoz, mantuvo el orden y dificultó las conexiones ofensivas brasileñas, especialmente las dirigidas a su delantero Hulk. Por su parte, Lanús apostó a los contraataques conducidos por Salvio y Marcelino Moreno, aunque sin éxito para encontrar a su goleador Rodrigo Astudillo.
El tramo final del partido estuvo cargado de tensión y se vio afectado por varias lesiones, incluida la del jugador ecuatoriano Alan Franco, quien no pudo completar el encuentro. La prórroga mostró un Mineiro más ofensivo gracias a los ingresos de Gustavo Scarpa, Caio Paulista y Biel, generando un cierre intenso con oportunidades para ambos lados, pero sin romper la igualdad.
Finalmente, en la definición desde el punto penal, la actuación decisiva del arquero Losada permitió a Lanús levantar el trofeo y celebrar un nuevo título internacional, consolidando su prestigio en el fútbol sudamericano


