Oriente Petrolero atraviesa una etapa turbulenta tanto en lo deportivo como en lo dirigencial. La reciente eliminación en la Copa Bolivia, tras empatar contra Nacional Potosí, significó el fin del ciclo de Álvaro Peña, quien se convirtió en el cuarto entrenador del club durante el año. Peña dirigió al equipo en 17 encuentros, logrando 6 victorias, 5 empates y 6 derrotas, con un balance de 29 goles a favor y 26 en contra, reflejando un rendimiento irregular y una efectividad del 45%, insuficiente para mantener su puesto.
La presión de los aficionados se intensificó en las redes sociales, donde la exigencia por resultados inmediatos se hizo palpable. La frustración ante el desempeño y la situación institucional del club se manifestó claramente en la reacción de los seguidores.
Con la salida de Peña, Oriente Petrolero suma ya cuatro entrenadores en lo que va del año, un claro indicio de la falta de estabilidad interna. El año comenzó con Joaquín Monasterio al mando, quien dirigió 26 partidos con un registro de 9 triunfos, 5 empates y 12 derrotas. Sin embargo, antes de iniciar la temporada 2025, fue cesado el 4 de marzo, truncando cualquier avance en el proyecto deportivo.
Su sucesor fue el entrenador chileno Rodrigo Venegas, cuya gestión duró apenas un mes y tres partidos, con dos derrotas y un empate. La derrota frente a Always Ready precipitó su salida en un contexto de creciente tensión.
Posteriormente, Gualberto Mojica asumió el cargo en abril y se convirtió en el técnico con mayor continuidad durante el año. Bajo su dirección, el equipo disputó 34 encuentros, obteniendo 14 victorias, 9 empates y 11 derrotas, con un saldo de 62 goles a favor y 64 en contra. No obstante, una serie de resultados negativos que alejaron al equipo de la zona de clasificación internacional derivaron en su destitución, anunciada en medio de una comunicación caótica, incluso a través de una transmisión en TikTok por parte de un dirigente.
La etapa de Álvaro Peña, aunque breve, dejó en evidencia la vulnerabilidad defensiva del equipo, a pesar de contar con refuerzos destacados como Ricardo Centurión, Henry Vaca, Rodrigo Amaral, Jairo Quinteros, Sebastián Álvarez y Yordan Santa Cruz.
En medio de esta crisis, comenzó a mencionarse la posible llegada de Víctor Hugo Andrada como nuevo entrenador. Se le vio en San Antonio, aparentemente en conversaciones con la dirigencia, aunque aún no hay una confirmación oficial. De concretarse, sería el quinto técnico en menos de un año, lo que subraya la profunda inestabilidad que atraviesa el club.
La eliminación en la Copa Bolivia no solo representa un revés deportivo, sino que también evidencia la crisis institucional que afecta a Oriente Petrolero. Esta histórica institución del fútbol boliviano enfrenta uno de sus períodos más convulsos, con una hinchada que observa con preocupación cómo la falta de estabilidad condiciona el presente y el futuro del equipo


