La impecable trayectoria del Real Madrid en la Liga de Campeones llegó a su fin en un vibrante duelo correspondiente a la cuarta jornada, donde el Liverpool consiguió una merecida victoria. El encuentro, disputado en Anfield, estuvo cargado de intensidad y culminó con el triunfo del conjunto local.

Durante la primera mitad, el equipo inglés ejerció un dominio notable, acorralando al cuadro madrileño que se vio forzado a replegarse y buscar oportunidades mediante rápidas transiciones ofensivas. A medida que transcurrían los minutos, la figura del guardameta blanco, Thibaut Courtois, se agigantaba, frustrando en repetidas ocasiones las embestidas del Liverpool y manteniendo su portería imbatida. A pesar de la constante presión local, el marcador permaneció inalterado al concluir los primeros cuarenta y cinco minutos.

En la segunda mitad, el estratega Arne Slot encontró la clave para desmantelar la sólida defensa visitante. Fue en el minuto 61 cuando, tras un preciso centro de Szoboszlai, el mediocampista argentino Alexis MacAllister conectó un potente cabezazo que se alojó en el fondo de la red, rompiendo la paridad.

Tras tomar la delantera, el equipo de Merseyside no disminuyó su intensidad, continuando con su ofensiva y neutralizando eficazmente cualquier intento del cuadro español por restablecer la igualdad. La defensa del Liverpool se mostró compacta y atenta, anulando por completo la capacidad de ataque del Madrid. A pesar de los esfuerzos desesperados de los visitantes en los compases finales, el Liverpool gestionó la mínima ventaja con solvencia, asegurando los tres puntos hasta el pitido final.

Con este resultado, los Reds escalaron a la sexta posición en la tabla de clasificación, mientras que los Blancos se mantuvieron en el quinto puesto