Una advertencia hidrológica de nivel naranja ha sido emitida por la entidad meteorológica nacional, respondiendo a las copiosas lluvias que han afectado diversas regiones en jornadas recientes. Esta disposición, vigente desde el 25 y proyectada hasta el 31 de octubre, comprende un total de seis departamentos: Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y Pando.
Se anticipa la posibilidad de crecidas y desbordamientos en importantes sistemas fluviales. Entre los ríos bajo vigilancia se encuentran el Guadalquivir, Bermejo y Parapetí (en Chuquisaca), así como el Grande, Piraí, San Julián, Yapacaní, Ichilo, Chapare, Caine, Rocha, las cabeceras del Beni y el Tahuamanu.
En cuanto a Santa Cruz de la Sierra, se esperan lluvias dispersas durante la mañana, con una mejora progresiva de las condiciones atmosféricas hacia la tarde. Los pronósticos indican cielos parcialmente nubosos para los días subsiguientes (jueves, viernes y sábado). Los vientos, que soplarán predominantemente del sudeste hasta el 31 de octubre, modificarán su dirección hacia el noroeste el 1 de noviembre, coincidiendo con un incremento en las temperaturas máximas. Particularmente en el departamento de Santa Cruz, se ha señalado un riesgo elevado de desbordes para los cauces del Piraí, Grande, Yapacaní, Ichilo y Parapetí. Frente a este panorama, se aconseja encarecidamente abstenerse de realizar actividades recreativas o de operar maquinaria pesada en las proximidades de las riberas.
En la región de La Paz, los afluentes de la cuenca de Ixiamas y el río Beni han experimentado un aumento significativo en sus volúmenes. De manera similar, en Cochabamba, las cuencas del Chapare, Ivirgarzama y Chimoré también muestran caudales elevados.
Este patrón meteorológico se atribuye a una línea de inestabilidad atmosférica, la cual propicia la formación de sistemas convectivos en las zonas occidentales y septentrionales del territorio. La persistencia de precipitaciones en el occidente del país se mantiene, con especial énfasis en áreas como Cochabamba, el Trópico cochabambino, el sudeste de Beni y el norte de La Paz, donde se han registrado lluvias hasta el 28 de octubre. Estas condiciones han contribuido a la exacerbación de los caudales y a ascensos de nivel tanto graduales como súbitos, lo que representa una amenaza potencial para las comunidades ribereñas. Por ello, se insiste en la necesidad de extremar las precauciones ante la eventualidad de crecidas inesperadas

