Bolivia alcanzó un notable hito el martes al registrar la ausencia de incendios forestales activos en su territorio, según comunicados emitidos desde la esfera gubernamental. Este logro marca el año con la menor superficie afectada por siniestros de este tipo en un largo periodo. El éxito se atribuye a un esfuerzo coordinado que involucró al gobierno, bomberos de diversas instituciones —incluyendo fuerzas armadas, policía, municipios, universidades y gobernaciones—, así como a la dedicación de valientes bomberos voluntarios, entre ellos productores campesinos y plataformas ambientales. Asimismo, se destacó el invaluable apoyo de la cooperación internacional en la protección de las áreas verdes del país.
No obstante, esta información ha sido recibida con cierta cautela por algunos sectores. Desde el ámbito del activismo ambiental, se ha expresado inquietud por la aparente disparidad entre los reportes de distintas instancias oficiales. Representantes de organizaciones como Alas Chiquitanas han señalado la persistencia de focos de calor hasta el día anterior, lo que genera dudas sobre la consolidación de la extinción total. Imágenes satelitales del mismo martes habrían revelado puntos calientes, particularmente en la región de San Miguel de Velasco, cerca de San José y San Ignacio.
En este contexto, se ha enfatizado la necesidad de un periodo de verificación más prolongado para confirmar la erradicación completa de los incendios. Expertos sugieren que se requieren al menos 72 horas para declarar un incendio como totalmente liquidado. La precipitación, si bien contribuye a mitigar el fuego, puede enmascarar focos de calor que no son detectados por los sistemas de monitoreo, especialmente en zonas donde no hay brigadas para realizar verificaciones en terreno. Por ello, se subraya la importancia de una labor exhaustiva y coordinada entre todas las autoridades, en todos los niveles, para prevenir la reactivación de los siniestros

