En una jornada de alta tensión futbolística disputada en el estadio Gilberto Parada de Montero, Guabirá orquestó una impresionante remontada para superar a Blooming por un marcador de 3-2. El conjunto local, que se vio en una desventaja de dos goles, exhibió una notable capacidad de reacción en la segunda mitad, impulsado por la decisiva intervención del joven Dener Da Silva, asegurando así tres puntos cruciales que lo posicionan favorablemente para avanzar a los cuartos de final del certamen.
El encuentro comenzó con un ímpetu ofensivo por parte de Blooming. Apenas transcurridos dos minutos del pitido inicial, Gabriel Valverde rompió el equilibrio con un potente disparo que superó la resistencia del arquero Jairo Cuéllar, dejando enmudecida a la afición local. A pesar de este golpe inicial, Guabirá paulatinamente tomó las riendas del juego, generando múltiples oportunidades para igualar el marcador. Jugadores como Neto y Ricky Añéz buscaron incansablemente la portería rival, pero se encontraron repetidamente con la sobresaliente actuación de Braulio Almada, el guardameta de Blooming, quien se erigió como la figura indiscutible del primer tiempo con varias intervenciones salvadoras.
Al reanudarse las acciones en la segunda mitad, Blooming logró ampliar su ventaja. A los nueve minutos del complemento, una fina combinación entre Richard Spenhay y el uruguayo Martín Alaniz culminó con una certera definición de este último, poniendo el 0-2 en el electrónico. Sin embargo, este tanto sirvió como catalizador para la entrada de Dener Da Silva, un movimiento táctico que transformaría por completo el desarrollo del partido. El joven atacante, imbuido de la confianza de su estratega, ingresó al campo con la clara misión de cambiar el rumbo del encuentro, y así lo hizo.
La chispa de la remontada se encendió a los diecinueve minutos del segundo tiempo, cuando Da Silva capitalizó un desajuste defensivo entre Marc Enoumba y Almada para descontar. La euforia se apoderó del estadio y, apenas ocho minutos después, el mismo Da Silva desató la locura al ejecutar un remate desde fuera del área que el portero celeste no pudo contener, estableciendo el empate. Con el marcador igualado, el equipo anfitrión redobló sus esfuerzos en busca de la victoria.
El clímax del partido llegó en los minutos finales. A los cuarenta y un minutos de la segunda parte, Gustavo Peredo emergió para sellar el 3-2 definitivo, desatando una explosión de júbilo en las gradas. El conjunto dirigido por Hugo Straccia consumó una remontada memorable ante su público, sumando una victoria trascendental que lo deja a un paso de asegurar su pase a la siguiente fase de la competición

