El Manchester United ha exhibido una notable recuperación en su desempeño reciente, consolidando su resurgimiento con una convincente victoria sobre el Brighton & Hove Albion en Old Trafford. Este triunfo sigue a un hito significativo, la primera victoria en Anfield en nueve años contra el Liverpool, marcando una secuencia de resultados positivos que infunde renovado optimismo en la escuadra. Aunque el marcador final de 4-2 reflejó un desenlace con cierta tensión, el encuentro estuvo dominado en gran medida por los ‘Red Devils’, quienes mostraron una de sus actuaciones más completas bajo la dirección de Rúben Amorim, quien asumió el cargo hace un año.
El equipo local desplegó un fútbol ofensivo y dinámico, generando numerosas oportunidades que, de haber contado con una mayor precisión, habrían ampliado aún más la diferencia. La primera mitad fue particularmente brillante para el United, que sometió al Brighton a una presión constante. En el centro del campo, Casemiro emergió como la figura clave, demostrando una vez más su influencia decisiva. El mediocampista brasileño, cuya forma ha sido objeto de escrutinio en meses recientes, respondió a las críticas con una exhibición estelar, silenciando a quienes lo consideraban en declive.
En un lapso de diez minutos, Casemiro fue instrumental en la apertura del marcador y en la ampliación de la ventaja. Primero, asistió a Matheus Cunha en el borde del área, permitiendo al delantero inaugurar su cuenta goleadora con el club. Poco después, el propio Casemiro se aventuró con un potente disparo desde aproximadamente 25 metros que, tras desviarse en un defensor del Brighton, descolocó por completo al portero Bart Verbruggen, sentenciando el 2-0. Su actuación fue fundamental para inclinar el partido a favor de un United que, históricamente, había encontrado grandes dificultades ante el Brighton, habiendo ganado solo uno de sus siete enfrentamientos previos.
En la segunda mitad, el Manchester United continuó con su ímpetu. Bryan Mbeumo capitalizó un rápido contraataque iniciado por Benjamin Sesko, quien se apuntó la asistencia, para elevar el marcador a 3-0, pareciendo sentenciar el encuentro. Sin embargo, el Brighton no se rindió. Danny Welbeck, exjugador del United y con seis temporadas en Old Trafford, redujo distancias en el último cuarto de hora con un espectacular lanzamiento de falta que se coló por la escuadra, sumando su quinto gol en la Premier League a sus 34 años y reavivando el debate sobre su posible inclusión en la selección inglesa.
La esperanza de una remontada, que habría sido histórica, se encendió aún más en el minuto 92, cuando Charalampos Kostoulas cabeceó un córner para poner el 3-2. No obstante, el United disipó cualquier duda en el último instante, con Bryan Mbeumo anotando su segundo gol del partido y sellando la victoria definitiva.
Este resultado marca la primera vez que el Manchester United encadena tres victorias consecutivas desde la llegada de Amorim, impulsándolos a la cuarta posición de la tabla con 16 puntos, lo que provisionalmente les otorga un puesto en la Liga de Campeones. Sin embargo, su posición podría variar a la espera de los resultados de Liverpool, Bournemouth y Tottenham. Por su parte, el Brighton se mantiene en la mitad de la tabla, ocupando el duodécimo lugar con doce puntos, a tres de las plazas europeas

