Un tribunal del Distrito Sur de Nueva York, en Estados Unidos, ha declarado culpable al exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Maximiliano Dávila Pérez, por su participación en una conspiración para el tráfico de cocaína y por la posesión de armamento, incluyendo ametralladoras, en el contexto de una operación de narcotráfico de alcance internacional.
El veredicto fue emitido este 24 de octubre de 2025, tras varias horas de deliberación por parte de un jurado compuesto por doce miembros. Cada uno de ellos confirmó individualmente su decisión de culpabilidad, y el presidente del jurado procedió a firmar el formulario oficial, concluyendo así un proceso judicial que se inició en diciembre de 2024 con la extradición de Dávila desde Bolivia a territorio estadounidense.
Con la determinación de su culpabilidad, el exjefe policial boliviano se prepara ahora para la fase de sentencia, donde se definirá la pena final. Según la legislación estadounidense, esta condena podría exceder la década de reclusión. Los registros judiciales confirman que el tribunal lo encontró responsable de ambos cargos imputados, aunque en ningún momento del proceso se ha mencionado implicación alguna del expresidente Evo Morales en los hechos.
Dávila, quien en su momento fue considerado una figura prominente en la lucha antidroga durante la administración de Morales, fue aprehendido en Villazón el 22 de enero de 2022, bajo acusaciones de blanqueo de capitales y vínculos con redes de estupefacientes. Permaneció en detención provisional en Bolivia hasta su extradición a Estados Unidos el 12 de diciembre de 2024, un evento significativo al ser la primera entrega de un alto mando policial boliviano en más de treinta años.
Durante la audiencia de lectura del veredicto, el juez expresó su gratitud al jurado por su servicio y recalcó la relevancia de su función en el sistema judicial estadounidense. Conforme a la documentación del tribunal, Dávila fue hallado culpable de concertar el envío de más de cinco kilogramos de cocaína a Estados Unidos y de la posesión de armas de fuego de uso militar en conexión con dicha actividad ilícita.
Inicialmente, el coronel se había declarado no culpable en su primera comparecencia ante la juez Robyn F. Tarnofsky, celebrada el 13 de diciembre de 2024. En esa ocasión, el acusado recibió asistencia de un abogado designado por la corte y manifestó su rechazo a los cargos presentados en su contra.
La fiscalía estadounidense argumentó que Dávila se valió de su cargo como autoridad antidroga en Bolivia para facilitar el tránsito de cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos a cambio de prebendas. Entre las pruebas presentadas por la acusación se incluyeron comunicaciones intervenidas, testimonios de colaboradores y análisis de transacciones monetarias vinculadas a la red de narcotráfico.
Dávila ejerció como director de la FELCN entre 2018 y 2019, durante el último periodo de gobierno de Evo Morales. Tras la crisis política de 2019, fue designado comandante departamental de Cochabamba por el presidente Luis Arce. No obstante, fue separado definitivamente de la institución policial boliviana en diciembre de 2024, poco después de su extradición.
Su entrega a las autoridades estadounidenses generó reacciones encontradas en el ámbito político gubernamental en Bolivia. Algunos sectores interpretaron la acción del gobierno de Arce como un intento de distanciarse del entorno de Morales y de proteger la imagen del partido oficialista. Sin embargo, el fallo judicial no indica que Dávila haya implicado a ningún exfuncionario boliviano durante el desarrollo del juicio

