Dos individuos, identificados como Felipe M. y César U., han sido enviados a prisión preventiva en relación con el asesinato del subteniente de Policía Carlos Enrique Apata Tola. La decisión judicial se tomó este lunes, tras una audiencia cautelar que determinó la reclusión de ambos en diferentes centros penitenciarios.
El deceso del oficial Apata Tola se produjo el 11 de junio, en medio de los violentos bloqueos viales que convulsionaron la región de Llallagua, al norte de Potosí. Estos disturbios fueron impulsados por grupos sociales y políticos. Felipe M. deberá cumplir seis meses de detención preventiva en el penal de Cantumarca, mientras que César U. permanecerá cuatro meses en el penal de San Miguel de Uncía. Ambos enfrentan cargos por asesinato, porte y portación de explosivos, y lesiones graves y gravísimas.
Las investigaciones han permitido la plena identificación de estos dos sujetos. Con sus aprehensiones, el número total de personas detenidas por su presunta vinculación con los hechos violentos asciende a veintiuno. Las autoridades han manifestado que existen órdenes de captura pendientes, las cuales serán ejecutadas en los próximos días.
El incidente que cobró la vida del subteniente Apata Tola se enmarca en una serie de confrontaciones que surgieron a raíz de los bloqueos. Estos eventos resultaron en un trágico balance de siete fallecidos, incluyendo cuatro agentes policiales y tres civiles, además de más de doscientos heridos. La interrupción prolongada de las vías generó una severa crisis de abastecimiento en Llallagua y sus alrededores, dejando a hospitales y mercados sin acceso a alimentos e insumos médicos esenciales.
El subteniente Carlos Apata fue víctima de un ataque mientras un contingente policial intentaba despejar la carretera principal para restablecer el flujo de suministros y la atención sanitaria. Reportes iniciales de las fuerzas de seguridad indican que los uniformados fueron agredidos con armas caseras, proyectiles de piedra y artefactos explosivos. Este asalto provocó la muerte del oficial y causó heridas a varios de sus compañeros.
Las autoridades han descrito el suceso como un ataque directo y premeditado, cuyo objetivo era impedir la labor policial y mantener el control de las vías bloqueadas. Se ha reiterado el compromiso de asegurar que este crimen no quedará impune. El Ministerio Público y la fuerza de investigación criminal continúan con las operaciones para identificar a otros posibles responsables, tanto materiales como intelectuales, de este delito. No se descartan nuevas imputaciones en el futuro cercano