Argentina secured a commanding 6-0 victory against Puerto Rico in un amistoso reciente, un encuentro que puso de manifiesto las marcadas diferencias futbolísticas entre ambas selecciones.
La resistencia inicial del equipo puertorriqueño se disipó aproximadamente a los quince minutos de juego, cuando Alexis Mac Allister aprovechó un disparo desviado de Nico González para cabecear el balón a la red desde corta distancia y abrir el marcador. A pesar de mantener un ritmo controlado, los actuales campeones del mundo ejercieron una presión constante sobre sus oponentes. Un preciso pase bombeado de Lionel Messi, ejecutado desde el borde del área, habilitó a Gonzalo Montiel para el segundo tanto argentino. Poco después, Mac Allister anotó su segundo gol de la noche, culminando una inteligente asistencia de José López dentro del área.
Antes de que el marcador reflejara la superioridad argentina, Puerto Rico estuvo cerca de generar un momento inesperado. Leandro Antonetti intentó un ambicioso disparo desde unos 70 metros, sorprendiendo ligeramente al portero Emiliano Martínez, quien, sin embargo, reaccionó con agilidad para desviar el peligro.
La segunda mitad permitió a ambos cuerpos técnicos introducir cambios desde sus banquillos. Este período amplió aún más la ventaja de Argentina, con un desafortunado gol en propia puerta de Steven Echevarria. Posteriormente, Lautaro Martínez, quien ingresó al campo en el minuto 63, añadió dos tantos más para sellar el contundente resultado.
Lionel Messi, quien disputó la totalidad del encuentro tras no haber sido convocado para el amistoso de la semana anterior contra Venezuela, también disputado en Miami, finalizó el partido sin conseguir anotar. A pesar de numerosos intentos y de estrellar un balón en el larguero, su habitual olfato goleador le fue esquivo en una noche en la que, no obstante, fue el centro de todas las miradas. El ambiente en el Chase Stadium, sede del club del astro argentino, fue vibrante, con una asistencia mayoritariamente de aficionados argentinos cuyos cánticos incesantes de Messi, Messi y el ondeado de su camiseta subrayaron su inquebrantable admiración por la estrella y el equipo nacional. La atmósfera festiva se mantuvo constante, al margen de la notoria disparidad entre ambos conjuntos.
Más allá del resultado inmediato, este partido ofreció a Argentina una valiosa oportunidad de aclimatación al país que albergará la final del Mundial el próximo 19 de julio. El equipo se prepara para defender el título obtenido en Catar en el próximo torneo, coorganizado por Canadá, Estados Unidos y México