El sector de la construcción en el país enfrenta una creciente preocupación debido al incremento sostenido en los precios de los materiales e insumos de producción nacional. Esta situación, que sigue a una anterior escalada en los costos de los productos importados, amenaza con paralizar numerosas obras y comprometer la estabilidad laboral de aproximadamente 1.5 millones de personas.

Expertos del gremio de ingeniería han señalado que los aumentos recientes afectan a elementos fundamentales para cualquier proyecto, tanto público como privado. Materiales como el cemento, los ladrillos, los cerámicos y la madera han experimentado incrementos significativos. Por ejemplo, el costo de una bolsa de cemento ha pasado de 45 bolivianos a un rango de 60 a 70 bolivianos. De manera similar, el metro cuadrado de cerámica común, que antes se cotizaba en 25 bolivianos, ahora oscila entre 40 y 45 bolivianos, mientras que el pie cuadrado de madera ha subido de 4-5 bolivianos a 7 bolivianos. Estos ajustes representan un alza estimada entre el 60% y el 70% en los precios.

La magnitud de estos incrementos pone en riesgo la continuidad de proyectos de gran envergadura en diversos departamentos, lo que podría desencadenar una intensificación del desempleo. El sector de la construcción es un motor económico vital, que abarca desde ingenieros que dirigen las obras hasta la vasta mano de obra asociada. La interrupción de estos proyectos implicaría un impacto directo en un millón y medio de empleos.

Frente a este escenario, se ha planteado la necesidad de que las autoridades competentes amplíen el alcance de un decreto de ajuste de precios ya existente. Actualmente, esta normativa, cuya vigencia concluye a fin de mes, solo contempla los materiales importados. La propuesta es incluir también los insumos y materiales de fabricación nacional, buscando así una solución integral que permita a los proyectos adaptarse a la nueva realidad de costos.

La resolución de esta problemática se considera crucial para evitar una paralización masiva de obras. La expectativa recae en la voluntad política de las futuras administraciones, especialmente tras los procesos electorales en curso. Se subraya la importancia de que las autoridades que asuman el mando posean un conocimiento profundo del sector para implementar soluciones ágiles y efectivas, evitando así la incertidumbre que podría generar la falta de experiencia en la gestión de estos desafíos económicos. La continuidad de la actividad constructiva y la preservación de los empleos asociados dependen en gran medida de estas decisiones

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