La selección boliviana de fútbol se alista para un compromiso amistoso de relevancia internacional frente a Rusia, programado para este martes en la capital rusa a las 13:00, hora boliviana. El director técnico del combinado nacional, Óscar Villegas, ha manifestado la determinación de su equipo, subrayando la preparación para enfrentar cualquier desafío.
El plantel boliviano afrontará el compromiso sin la presencia de varios jugadores clave. Carmelo Algarañaz, Lucas Chávez y Moisés Paniagua no estarán disponibles debido a lesiones, mientras que Diego Arroyo no recibió la autorización de su club, el Shakhtar Donetsk, en el contexto del conflicto en la región. Villegas ha interpretado estas ausencias como una valiosa oportunidad para evaluar a futbolistas que habitualmente disponen de menos minutos en cancha, expresando plena confianza en el desempeño de quienes sean convocados para el encuentro.
Respecto a las condiciones climáticas de Moscú, el entrenador minimizó cualquier preocupación por las bajas temperaturas. Recordó la diversidad de climas presentes en Bolivia, desde zonas cálidas hasta frías como La Paz, asegurando que el equipo está habituado a tales variaciones y que el frío no representará un impedimento. La delegación boliviana, por su parte, ha manifestado su asombro ante la calidad de las instalaciones rusas, destacando la infraestructura de estadios como el Lokomotiv y el Dynamo, donde han realizado sus entrenamientos. Tras el partido, el equipo tiene previsto visitar la icónica Plaza Roja.
Sobre el adversario, Villegas lo describió como un conjunto potente, físicamente robusto y tácticamente disciplinado, anticipando un partido de alta exigencia. El lateral Roberto Carlos Fernández también valoró positivamente la experiencia en Moscú, resaltando las excelentes condiciones que se ofrecen a los futbolistas y la cálida bienvenida recibida.
Uno de los nombres que resuena con mayor fuerza en el seno de la selección es el de Miguelito Terceros. Tanto el estratega como el lateral Roberto Carlos Fernández han coincidido en señalar su excepcional proyección internacional. Fernández lo considera un jugador listo para cualquier liga o equipo, un referente ofensivo con un margen de mejora considerable. Villegas, por su parte, enfatizó su trayectoria, mencionando su formación en el Santos y su desempeño como el segundo máximo goleador de las Eliminatorias Sudamericanas, solo superado por Lionel Messi, lo que le augura un futuro prometedor en cualquier club del mundo.
Consciente del estilo de juego ruso, caracterizado por su intensidad física, orden táctico y presión constante, el cuerpo técnico boliviano ha trabajado en la elaboración de estrategias para contrarrestar dicho potencial. La intención es exhibir un fútbol ofensivo, en lo que será el primer enfrentamiento entre ambas selecciones en 32 años.
En un debate más amplio sobre la elección de la sede para los partidos como local, Villegas ha sido enfático en que cada país tiene la potestad de decidir dónde jugar, aludiendo a ejemplos como Ecuador que aprovecha su altitud. Para el estratega, Bolivia juega en el lugar donde vive, y la meta principal es la clasificación al Mundial, preparándose para todo tipo de condiciones. La convicción es clara: no se busca evitar a ningún rival, sino enfrentarse a los más fuertes para estar plenamente preparados ante cualquier eventualidad en el camino hacia la cita mundialista