La selección nacional de fútbol de Bolivia se prepara para su próximo encuentro amistoso contra Rusia, enfrentando un panorama de significativas ausencias que obligarán a reajustes en la estrategia del equipo. Cuatro de sus integrantes no estarán disponibles para el compromiso.
Entre los jugadores marginados por problemas físicos se encuentran Moisés Paniagua, Carmelo Algarañaz y Lucas Chávez. Paniagua, el joven mediocampista, no logró superar por completo una afección muscular. El cuerpo técnico, liderado por Óscar Villegas, optó por no exponerlo a riesgos innecesarios, priorizando su plena recuperación para futuros encuentros de preparación programados para noviembre.
Por su parte, Carmelo Algarañaz sufrió un impacto durante el reciente amistoso frente a Jordania y tampoco podrá ser considerado. Lucas Chávez, en tanto, presenta una intensa dolencia en la articulación de la rodilla, lo que ha requerido la realización de estudios médicos exhaustivos para descartar cualquier lesión de gravedad. Ambos futbolistas permanecen bajo estricto seguimiento del personal médico de la Verde, enfocados en su rehabilitación.
La cuarta baja confirmada es la de Diego Arroyo, defensor que milita en el Shakhtar Donetsk. El club ucraniano denegó la autorización para que el jugador se trasladara a Rusia, citando la actual situación geopolítica. Esta decisión ya había sido comunicada días atrás, llevando al estratega Villegas a buscar alternativas para cubrir la posición defensiva.
Con estas modificaciones forzadas, el seleccionador deberá reconfigurar su alineación inicial de cara al partido que se disputará este martes en el VTB Arena de Moscú, a las 13:00 hora boliviana. A pesar de los desafíos planteados por estas ausencias, el combinado nacional aspira a ratificar el buen desempeño mostrado ante Jordania y culminar de manera positiva su periplo por el continente europeo