El panorama sindical boliviano experimenta un cambio significativo con la conclusión del mandato de Juan Carlos Huarachi al frente de la Central Obrera Boliviana (COB). Tras casi ocho años en la máxima representación de la organización, un periodo que excedió notablemente el plazo estatutario de dos años, Huarachi se desvincula de la dirección, dejando atrás una gestión marcada por estrechas relaciones con las administraciones de Evo Morales, Jeanine Áñez y Luis Arce.

La entrega del liderazgo por parte de Huarachi y su directiva se llevó a cabo en el marco del XVIII Congreso de Trabajadores, que se celebra en Cobija, una ciudad amazónica en la frontera con Brasil. Este encuentro, que inició el lunes y se extenderá hasta el viernes, tiene como objetivo principal la conformación de una nueva representación que asumirá sus funciones antes de la elección presidencial programada para el 19 de octubre.

Durante su última intervención ante un millar de afiliados, Huarachi expresó su gratitud por el apoyo recibido y manifestó su intención de regresar a las bases para continuar su labor desde allí. Su salida del recinto fue un momento de contrastes: mientras un grupo de simpatizantes lo alzó en hombros, otros asistentes manifestaron su desaprobación con abucheos y reclamos. Posteriormente, el dirigente abandonó la reunión en un taxi.

La entidad sindical, a través de sus canales oficiales, informó que el informe de gestión del ejecutivo saliente fue aprobado por mayoría en el congreso, recibiendo una ovación. Asimismo, la organización obrera reportó la presencia de individuos, presuntamente remunerados, que intentaron hostigar a los ejecutivos salientes en las inmediaciones del evento, aunque el incidente no escaló a mayores.

Juan Carlos Huarachi asumió la dirección de la COB el 25 de febrero de 2018, sucediendo a Guido Mitma, quien, durante los dos años de su gestión, mantuvo una postura crítica hacia el gobierno de Morales. En contraste, Huarachi se distinguió desde el inicio por su cercanía al ejecutivo de Morales, respaldando las políticas del Movimiento al Socialismo (MAS) y apoyando la aspiración del entonces mandatario a un cuarto periodo presidencial, a pesar de las limitaciones constitucionales.

Durante la crisis política y social de 2019, en medio de acusaciones de fraude electoral, Huarachi solicitó la dimisión de Morales. Posteriormente, con la asunción interina de Jeanine Áñez a la Presidencia, el dirigente negoció una extensión de su propio mandato en la COB, logrando el reconocimiento del Ministerio de Trabajo hasta febrero de 2022.

El retorno del MAS al poder con Luis Arce en la Presidencia en 2020 encontró nuevamente a Huarachi alineado con el oficialismo. A lo largo del mandato de Arce, el dirigente acompañó las políticas gubernamentales y brindó su apoyo al ejecutivo, incluso en un contexto de disputas internas entre Arce y Morales por el control del MAS, así como de desafíos económicos como la escasez de dólares y combustibles.

La trayectoria de Huarachi lo posiciona como uno de los líderes que más tiempo ha permanecido al frente de la COB, solo superado por la figura histórica de Juan Lechín Oquendo, quien dirigió la organización entre 1952 y 1987, caracterizándose por una constante postura contestataria frente a diversos gobiernos.

Se anticipa que la nueva directiva de la COB asumirá sus funciones antes de la conformación del próximo gobierno, el cual emergerá de la inédita segunda vuelta presidencial del 19 de octubre, donde competirán el centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y el expresidente derechista Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), de Libre

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