El departamento de Tarija se encuentra en estado de alerta sanitaria tras la confirmación de siete casos de coqueluche, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa. Este resurgimiento ha provocado inquietud entre las autoridades de salud pública, quienes observan con preocupación el retorno de patologías que, hasta hace poco, se consideraban controladas en el territorio boliviano.
Los casos de tos ferina se distribuyen geográficamente con cinco confirmaciones en Yacuiba, una en San Lorenzo y la más reciente en Cercado, afectando a un menor de un año. La pertussis, como también se conoce, representa un riesgo considerable, especialmente para los lactantes, dado su alto índice de mortalidad si no se interviene a tiempo. La enfermedad comienza con síntomas similares a un resfriado común, evolucionando hacia una tos característica que dificulta la respiración y puede culminar en asfixia. A pesar de la existencia de tratamientos, la prevención mediante la vacunación completa es fundamental.
Las autoridades sanitarias atribuyen este preocupante rebrote a una disminución en la cobertura de vacunación. Se ha identificado que la menor asistencia de los padres a los centros de salud para completar los esquemas de inmunización de sus hijos es un factor clave que propicia la reaparición de enfermedades que antes estaban bajo control.
Ante esta situación, se ha emitido un llamado urgente a la población, instando a los padres de familia a acudir a los puntos de vacunación y verificar que el calendario de inmunizaciones de sus hijos esté al día. Se subraya que la vacunación oportuna es la herramienta más eficaz para prevenir muertes infantiles y contener la propagación de brotes en la región.
En respuesta a esta coyuntura, el sistema de salud departamental ha intensificado sus campañas de vacunación y fortalecido la vigilancia epidemiológica. Estas acciones buscan mitigar el riesgo de que la enfermedad se extienda a otros municipios y proteger la salud de la comunidad