El estadio Hernando Siles de La Paz será el escenario del primer capítulo de los cuartos de final de la Copa Sudamericana este miércoles a las 18:00, cuando Bolívar reciba a Atlético Mineiro. El cuadro local buscará aprovechar su condición de anfitrión y la altitud para establecer una ventaja significativa frente a un adversario que atraviesa un período de irregularidad.
Bajo la dirección técnica de Flavio Robatto, el elenco paceño llega a esta importante cita internacional con el ánimo en alto, impulsado por una contundente victoria de 4-0 sobre Guabirá en el torneo doméstico. Este resultado no solo consolidó su tercera posición en la tabla con 37 puntos, sino que también inyectó una dosis crucial de confianza de cara al desafío continental.
Sin embargo, el estratega argentino enfrenta una preocupación táctica: los mediocampistas Daniel Cataño y Leonel Justiniano se encuentran al borde de la suspensión. Una amonestación en el encuentro de ida los dejaría fuera del partido de vuelta en Belo Horizonte. En una nota más positiva, el equipo ha recuperado a Santiago Echeverría, Patricio Rodríguez e Ignacio Gariglio, quienes superaron diversas molestias físicas. La única ausencia confirmada es la de Yomar Rocha, quien recientemente se unió a un club del fútbol ruso.
Para el ataque, Robatto deposita su confianza en la dupla conformada por Martín Cauteruccio y Damián Batallini, quienes han demostrado ser piezas fundamentales en la campaña sudamericana del equipo y se perfilan como las principales opciones para perforar la red rival en la capital boliviana. La trayectoria de Bolívar hasta esta instancia incluye haber finalizado en tercer lugar en la fase de grupos de la Copa Libertadores, para luego superar los playoffs de la Sudamericana, dejando en el camino a Palestino de Chile y, posteriormente, a Cienciano de Perú en octavos de final.
Del otro lado, Atlético Mineiro, dirigido por Jorge Sampaoli, llega a La Paz en un momento complicado. El conjunto brasileño ha acumulado cinco partidos sin conocer la victoria, incluyendo un reciente empate con Santos, lo que refleja una falta de consistencia en su rendimiento. El propio estratega ha expresado que el equipo no atraviesa su mejor momento y ha reconocido el desafío que representa jugar en las condiciones de altitud de la sede boliviana.
Con el objetivo de mitigar los efectos de la altura, la delegación brasileña arribó a Santa Cruz el lunes, donde realizó una sesión de entrenamiento en las instalaciones de Blooming, antes de emprender viaje a La Paz el mismo día del partido, pocas horas antes del pitido inicial. El desenlace de esta eliminatoria se definirá el 24 de septiembre, cuando ambos equipos se midan en el estadio Mineirão de Belo Horizonte