Carlos Alcaraz ha conquistado por segunda vez el Abierto de Estados Unidos, un triunfo que lo catapulta nuevamente a la cima del tenis mundial, dos años después de su anterior ascenso. El joven español se impuso en la final a su gran contendiente, el italiano Jannik Sinner, con un marcador de 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4.
Esta victoria representa su segundo título de Grand Slam en la temporada 2025, sumándose al previamente obtenido en Roland Garros hace tres meses, y eleva a seis el total de majors en su palmarés. Dentro del circuito actual, solo el serbio Novak Djokovic, con veinticuatro trofeos de esta categoría, supera su cuenta.
La confrontación entre Sinner y Alcaraz, apodada Sincaraz, se ha consolidado como la rivalidad generacional más destacada del momento. Ambos contendientes se han enfrentado en cuatro finales este año, incluyendo las de Roland Garros, donde Alcaraz salió victorioso, y Wimbledon, donde Sinner se llevó el título. Es la primera vez en la historia que dos tenistas compiten en las finales de tres de los cuatro torneos de Grand Slam en un mismo año. Esta intensa rivalidad tuvo su génesis precisamente en Nueva York en 2022, con un épico encuentro a cinco sets que se extendió por cinco horas y quince minutos, concluyendo en la madrugada y estableciendo un récord de duración. En aquella ocasión, Alcaraz también se alzó con el campeonato, marcando su primer Grand Slam.
Con su reciente éxito en Flushing Meadows, Alcaraz ha recuperado la primera posición del ranking mundial, una posición que no ocupaba desde hace dos años. El tenista murciano abandona Nueva York con un total de 11.540 puntos, mientras que Sinner, quien lideró la clasificación durante las últimas sesenta y cinco semanas, se sitúa ahora con 10.780 puntos.
El encuentro decisivo comenzó con Alcaraz exhibiendo una notable agresividad. El español rompió el servicio de Sinner en el juego inicial, una estrategia que ya había demostrado eficacia en las semifinales. Consciente de la vulnerabilidad de Sinner con su bajo porcentaje de primeros saques en el torneo, Alcaraz atacó con determinación los segundos servicios del italiano. Con una derecha contundente y golpes de gran inventiva, como una dejada magistral o una volea espectacular, Alcaraz dominó el primer set, cediendo apenas tres puntos con su saque y cerrando la manga con un juego en blanco tras un segundo quiebre.
Sin embargo, Sinner logró reponerse en el segundo set. Tras salvar una bola de quiebre en su primer juego de servicio, el italiano encontró su ritmo, comenzó a acumular puntos y puso a Alcaraz en aprietos. Logró un quiebre en blanco sobre el servicio del español, lo que le permitió recuperar la confianza y llevar el partido a su terreno, favoreciendo los intercambios más largos. Sinner mantuvo su ventaja y se adjudicó el segundo set por 6-3.
Ante un momento de aparente frustración, Alcaraz reaccionó con contundencia en el tercer set. El murciano protagonizó una actuación arrolladora, encadenando un parcial de 5-0 con dos quiebres sobre Sinner y cerrando la manga con un contundente 6-1. Este despliegue de autoridad, con once golpes ganadores frente a uno de su rival, marcó un cambio decisivo en la dinámica del partido.
Sinner, visiblemente afectado, inició el cuarto y definitivo set a la defensiva, salvando dos bolas de quiebre en un agónico primer juego. No obstante, con el marcador en 2-2 y su servicio, Alcaraz aprovechó la tercera oportunidad de quiebre para establecer una ventaja que ya no cedería. Sirviendo para el partido con 5-4 y 40-15, Alcaraz dispuso de dos bolas de campeonato. Sinner las salvó, evocando un momento similar en Roland Garros. Sin embargo, Alcaraz aseguró una tercera oportunidad en el deuce y no perdonó, sellando su victoria en dos horas y cuarenta y dos minutos.
Este triunfo es de un mérito considerable, dado que Sinner era considerado el gran dominador de la pista rápida, acumulando veintisiete victorias consecutivas en esta superficie en Grand Slams antes de este encuentro. En la final, el servicio del italiano no estuvo a la altura, registrando un 48% de primeros saques, cuatro dobles faltas y solo dos aces. En la ceremonia de premiación, Sinner reconoció la superioridad de su oponente, afirmando haberlo dado todo en la cancha.
Alcaraz culmina un 2025 excepcional como el tenista con más victorias, con un balance de 61-6 (24-2 en Grand Slams), y el mayor número de títulos, sumando siete: Roland Garros, el Abierto de Estados Unidos, los Masters 1.000 de Cincinnati, Roma y Montecarlo, y los ATP 500 de Rotterdam y Queen’s.
Además del prestigio deportivo, Alcaraz recibe un premio de cinco millones de dólares por su victoria en Nueva York, la mayor cantidad jamás entregada en un Grand Slam. Sinner, por su parte, se lleva dos millones y medio de dólares por alcanzar la final