Las conflagraciones forestales que asolaron los municipios de Cercado y San Lorenzo en el departamento de Tarija durante el pasado mes de agosto han dejado una profunda huella ambiental en la Reserva Nacional de Sama.
Desde la dirección de Medio Ambiente del Gobierno Municipal de Tarija, se ha señalado que las zonas de recarga hídrica serán las más afectadas, anticipándose una disminución en el caudal y una potencial contaminación de las vertientes de agua. Se advierte que las cenizas y los residuos de la combustión, producto de los siniestros, serán arrastrados por las primeras lluvias hacia las fuentes que proveen el vital líquido a las comunidades.
Esta situación podría generar una elevada contaminación en vertientes, ríos y quebradas, con el consiguiente riesgo para la salud de personas y animales que dependan de estas aguas. Se enfatiza la necesidad de adoptar precauciones adecuadas. Una proporción significativa de las fuentes hídricas de la Reserva de Sama está destinada al consumo humano, lo que acentúa el peligro si estas vertientes resultan afectadas por los residuos de los incendios.
Ante este panorama, la dirección municipal de Medio Ambiente ha exhortado a las autoridades de las comunidades próximas a las áreas incendiadas a emprender labores de limpieza preventivas antes del inicio de la temporada de lluvias. Se ha subrayado la responsabilidad de los Comités de Agua de cada comunidad para llevar a cabo el mantenimiento necesario y prevenir que el material contaminante llegue a los domicilios.
Adicionalmente a la limpieza, se ha sugerido la implementación de puntos de filtración como medida para mitigar una contaminación más severa que podría repercutir directamente en la salud de las familias. El Gobierno Municipal, aunque reconoce la autogestión de estos comités por parte de las comunidades, busca su institucionalización para establecer un registro formal y asegurar un seguimiento efectivo.
La entidad ambiental municipal también contempla la posibilidad de que los incendios provoquen una reducción en los caudales de agua durante la temporada de estiaje, lo cual podría derivar en situaciones de desabastecimiento.
Según informes oficiales del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) en Tarija, un total de 11.000 hectáreas fueron consumidas por las llamas durante los incendios registrados en el mes de agosto.
En cuanto a la calidad del aire, se ha informado que la ciudad de Tarija experimentó niveles extremadamente malos a principios de agosto, marcando uno de los picos más altos de la gestión en términos de contaminación atmosférica. No obstante, la situación ha mejorado y actualmente se encuentra dentro de parámetros normales, atribuido a la reducción de focos de calor en el departamento. A pesar de esta mejora local, no se descarta que los incendios activos en Santa Cruz puedan influir negativamente en la calidad del aire de la región