El técnico de la selección brasileña de fútbol, Carlo Ancelotti, ha confirmado una serie de ajustes tácticos y de personal para el último encuentro de las eliminatorias mundialistas contra Bolivia. Este partido, programado para el martes en El Alto, exige modificaciones significativas para optimizar el rendimiento del equipo en las desafiantes condiciones que presenta la altitud de 4.150 metros sobre el nivel del mar.

Ancelotti indicó que tanto la estrategia de juego como la selección de jugadores serán revisadas en comparación con el equipo que logró una victoria por 3-0 frente a Chile el pasado jueves. El cuerpo técnico está evaluando meticulosamente la condición física y el nivel de fatiga de los futbolistas para determinar quiénes son los más aptos para afrontar el exigente entorno. El entrenador subrayó que la intensidad y la presión alta empleadas contra Chile serían insostenibles a tales elevaciones, requiriendo una ejecución táctica fundamentalmente distinta.

Aunque esta será la primera experiencia de Ancelotti al mando de un equipo en condiciones extremas de altitud, ha estado consultando activamente con entrenadores, jugadores y miembros del cuerpo técnico que poseen experiencia previa en estos desafíos únicos. Destacó la vasta experiencia colectiva dentro de la estructura brasileña, incluyendo profesionales médicos y fisioterapeutas, quienes han navegado con éxito situaciones similares en encuentros anteriores. El estratega expresó su confianza en aprovechar esta pericia interna para preparar al equipo de manera efectiva.

Las recientes sesiones de entrenamiento en las instalaciones de Granja Comary, en Teresópolis, reflejaron claramente estas consideraciones dictadas por la altitud. Durante la práctica del domingo, por ejemplo, Fabrício Bruno y Alex fueron probados en la defensa central, mientras que Caio Henrique y Vitinho ocuparon las posiciones de lateral. En el mediocampo, Andrey Santos sustituyó al suspendido Casemiro, y Lucas Paquetá reemplazó a Bruno Guimarães. A pesar de estos cambios, la estructura ofensiva mantuvo cuatro atacantes, con Richarlison posicionado como delantero centro en lugar de Joao Pedro, apoyado por Estêvão, Gabriel Martinelli y Raphinha, quienes fueron titulares en el partido anterior.

Más allá de las necesidades tácticas impuestas por la altitud, Ancelotti también considera estas modificaciones como una valiosa oportunidad para evaluar nuevos talentos dentro del plantel. Expresó su anticipación personal por la experiencia, señalando que será su primera visita a Bolivia y, específicamente, a La Paz.

A pesar de haber asegurado ya su clasificación para el Mundial de 2026 como segundo en las eliminatorias sudamericanas, el equipo mantiene un compromiso total con la búsqueda de una victoria en El Alto. Ancelotti enfatizó la importancia de fortalecer la confianza y la moral del equipo en cada encuentro. Subrayó la trascendencia de cada partido para la selección nacional, independientemente de su impacto en la tabla de clasificación o de si se trata de un amistoso. Dada la limitada cantidad de partidos internacionales al año, que suelen ser alrededor de diez, el técnico recalcó que cada juego representa una oportunidad crucial, haciendo que tanto el próximo encuentro como los amistosos subsiguientes sean igualmente vitales para el desarrollo y el prestigio del equipo

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