Tras su reciente compromiso en Barranquilla, la selección boliviana de fútbol, a pesar de haber enfrentado un resultado adverso ante Colombia, mantiene intacta su aspiración de alcanzar la fase de repechaje para la próxima Copa del Mundo.
La delegación emprendió su retorno al país durante las primeras horas de la mañana, después de haber pernoctado en territorio colombiano. A las 07:30, el plantel partió de su hotel en Barranquilla y, a las 10:00, abordó el vuelo chárter con destino a Cochabamba, un trayecto aéreo que se estima en aproximadamente cuatro horas y media de duración. Durante esta transición, los jugadores, con una evidente seriedad en sus semblantes, optaron por no interactuar con los medios de comunicación, enfocados en el siguiente desafío.
El arribo a Cochabamba está programado para las 14:30. Desde allí, el equipo se trasladará de inmediato a La Paz, donde se espera su aterrizaje al caer la tarde. Una vez en la capital, la selección se dirigirá a su centro de concentración para continuar con la planificación y los preparativos logísticos de cara al crucial enfrentamiento contra Brasil.
La jornada del viernes estará dedicada enteramente al desplazamiento para los futbolistas bajo la dirección técnica de Óscar Villegas. Las sesiones de entrenamiento se reanudarán el sábado, con la mira puesta en el partido más trascendental de las Eliminatorias: el choque contra la Canarinha, programado para el martes a las 19:30 en El Alto.
Para asegurar su lugar en el ansiado repechaje intercontinental rumbo al Mundial 2026, la selección boliviana requiere una combinación específica de resultados. Es imperativo que obtenga una victoria frente a Brasil y, simultáneamente, que Venezuela no logre imponerse en su encuentro contra Colombia. El éxito de esta doble condición determinará la consecución del boleto clasificatorio