El próximo encuentro por las eliminatorias mundialistas entre Brasil y Chile, programado para las 20:30, se perfila con motivaciones divergentes para ambas selecciones. Mientras la Canarinha, ya clasificada, busca afinar su plantilla de cara al Mundial, la Roja emprende un proceso de renovación integral.
El estratega brasileño, Carlo Ancelotti, ha optado por dejar fuera de la convocatoria a figuras habituales como Vinícius y Rodrygo. Esta decisión responde a la necesidad de evaluar nuevos talentos antes de la configuración definitiva del equipo que disputará la máxima cita futbolística. Ancelotti ha anticipado una propuesta netamente ofensiva, con cuatro delanteros en el esquema. Durante los entrenamientos, se ha observado a Raphinha y Gabriel Martinelli ocupando las bandas, en tanto Estêvão y João Pedro han sido probados en posiciones centrales. La titularidad de João Pedro ha sido confirmada por el técnico, aunque la identidad de su compañero en el ataque aún permanece en el aire. A pesar de su clasificación asegurada, Brasil mantiene la imperiosa obligación de imponerse en casa.
La ausencia más notoria en el combinado brasileño sigue siendo la de Neymar, el máximo goleador histórico con 79 tantos, quien no ha vestido la camiseta nacional desde octubre de 2023 debido a diversas lesiones y problemas físicos. En esta ocasión, su exclusión es una determinación técnica de Ancelotti, quien ha sido enfático en exigir el cien por cien de las condiciones físicas a todos los convocados para el Mundial.
Por su parte, Chile, que jugará bajo la dirección del seleccionador interino Nicolás Córdova, ha convocado a un grupo de futbolistas jóvenes para sus dos últimos compromisos eliminatorios. Esta medida implica la ausencia de varios integrantes de la denominada ‘generación dorada’, bicampeona de América en 2015 y 2016, entre los que destacan Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel. Córdova, quien también dirige la selección sub-20, ha elogiado la trayectoria de los veteranos, pero ha subrayado que la Roja ha iniciado una fase de cambio que requiere tiempo para consolidarse con miras al Mundial de 2030, momento en que los campeones continentales ya no estarían en plenitud competitiva.
El escenario de este choque, el icónico Maracaná, evoca un episodio controvertido en la historia de ambos países. Precisamente esta semana se cumplen 36 años del incidente protagonizado por el portero chileno Roberto Rojas, quien en un partido crucial de 1989 simuló una agresión al cortarse con una cuchilla, alegando haber sido impactado por una bengala lanzada desde la tribuna. En aquella ocasión, Chile necesitaba imperiosamente la victoria para clasificar al Mundial de 1990. La acción de Rojas consiguió la suspensión del encuentro y una sanción inicial para Brasil. Sin embargo, la farsa fue posteriormente descubierta, resultando en la automática eliminación de la Roja de Italia ’90.
En el panorama actual de las eliminatorias para el Mundial 2026, Brasil se sitúa en la tercera posición con 25 puntos, detrás de Argentina (35) y empatado con Ecuador (25). Chile, en contraste, ocupa el último lugar de la tabla con apenas 10 puntos, ya sin posibilidades de aspirar ni siquiera a la repesca.
Las posibles formaciones anticipan a Brasil con Alisson; Wesley, Marquinhos, Gabriel Magalhães, Douglas Santos; Bruno Guimarães, Casemiro; Estêvão, Raphinha, Gabriel Martinelli y João Pedro, bajo la dirección de Carlo Ancelotti. Chile, por su parte, podría alinear a Lawrence Vigouroux; Gabriel Suazo, Guillermo Maripán, Paulo Díaz, Fabián Hormazábal; Luciano Cabral, Ignacio Saavedra, Rodrigo Echeverría, Darío Osorio, Alexander Aravena; y Ben Brereton, con Nicolás Córdova al mando. El encuentro será arbitrado por el venezolano Alexis Herrera, asistido por Ángel Arteaga, y se disputará en el Maracaná de Río de Janeiro a las 20:30, hora boliviana