La selección boliviana de fútbol se prepara para una serie de partidos cruciales en las Eliminatorias hacia la Copa Mundial de 2026, con la clara aspiración de alcanzar la fase de repechaje. El primer gran desafío se presentará este jueves 4 de septiembre, cuando el equipo se enfrente a Colombia en Barranquilla, un escenario que históricamente ha resultado adverso para el conjunto andino.
Enfrentar a Colombia en su propio terreno ha representado, de manera consistente, un obstáculo considerable para Bolivia. A lo largo de las Eliminatorias, ambas escuadras han medido fuerzas en quince ocasiones: ocho encuentros se disputaron en La Paz y siete fuera de casa. El registro general muestra que la selección boliviana ha conseguido dos victorias y cuatro empates en su territorio, pero nunca ha logrado sumar los tres puntos como visitante.
La primera vez que Bolivia jugó un partido clasificatorio en Barranquilla fue el 20 de agosto de 1997. En aquella jornada, el equipo local se impuso por 3-0, y desde entonces, los resultados en este particular estadio han seguido un patrón similar. Todos los enfrentamientos posteriores han favorecido a la escuadra colombiana: en 2001, el marcador fue 2-0; en 2004, 1-0; en 2009, nuevamente 2-0; en 2013, una contundente derrota por 5-0; en 2017, 1-0; y el más reciente, en 2022, finalizó 3-0. En el transcurso de estos siete duelos, los colombianos han anotado un total de diecisiete goles, mientras que la ofensiva boliviana no ha logrado perforar la red rival en ninguna de esas ocasiones.
Bajo la dirección técnica de Óscar Villegas, el plantel llega a este compromiso con una renovada esperanza de romper estas estadísticas desfavorables. Un antecedente reciente que alimenta este optimismo es la memorable victoria por 1-2 obtenida en Santiago contra Chile, en septiembre de 2024. Este triunfo no solo significó la primera vez que Bolivia derrotaba a La Roja como visitante en una Eliminatoria, sino que también puso fin a una racha de 31 años sin conseguir victorias fuera de casa.
Impulsados por este logro, el equipo boliviano buscará escribir una nueva página en la historia del fútbol en Barranquilla, un estadio que se ha resistido a la victoria en seis procesos mundialistas consecutivos