En la ciudad beniana de Trinidad, un grupo de internos del penal de varones Mocoví llevó a cabo una significativa protesta este martes, motivada por la acumulación de cinco meses de impago en los fondos destinados a su alimentación diaria, conocidos como prediarios.

La manifestación se inició con consignas vociferadas, la exhibición de pancartas y la combustión de neumáticos en el patio del recinto. Los reclusos dirigieron sus demandas a la Gobernación del Beni, exigiendo una solución inmediata y denunciando que la prolongada falta de estos recursos impacta directamente en su acceso a la comida, el suministro de agua potable y la posibilidad de mantener condiciones mínimas de habitabilidad.

Los internos expresaron su profundo hartazgo ante la recurrente falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos, señalando que en el mes anterior experimentaron carencias alimentarias críticas, llegando a pasar casi una semana sin recibir desayuno, almuerzo o cena. Consideran que la situación ha alcanzado un punto insostenible y que la paciencia se ha agotado.

La tensión escaló cuando los manifestantes lograron vulnerar una de las vallas perimetrales, desplazándose aproximadamente un centenar de metros fuera de las instalaciones. Ante esta situación, las fuerzas del orden intervinieron con el despliegue de agentes químicos disuasorios para restablecer el control y prevenir una posible evasión masiva de los detenidos.

La principal exigencia de los reclusos es el abono de al menos dos meses de los prediarios adeudados, como una señal de compromiso para resolver la crisis. Insistieron en que, a pesar de las constantes solicitudes de documentación, las promesas de pago nunca se materializan.

Hasta el mediodía, el ambiente de alta tensión persistía en el interior del centro penitenciario. Los internos manifestaron su determinación de mantener las acciones de protesta hasta obtener una respuesta tangible y concreta por parte de las autoridades departamentales.

Es importante destacar que los prediarios, que ascienden a ocho bolivianos diarios por cada recluso, son fondos que deben ser cubiertos por las gobernaciones con el propósito fundamental de garantizar la alimentación básica de las personas privadas de libertad