Las autoridades municipales de Montero han implementado una medida restrictiva significativa, prohibiendo la entrada de la afición del Club Oriente Petrolero a futuros encuentros deportivos que el equipo albiverde dispute en el estadio Gilberto Parada. Esta determinación surge como respuesta directa a los altercados y desórdenes públicos que se registraron en las calles de la ciudad durante la noche del pasado miércoles.
El órgano legislativo local ha anunciado su intención de comunicar formalmente a la Federación Boliviana de Fútbol la necesidad de que el Club Oriente Petrolero juegue sus partidos sin la presencia de sus grupos de aficionados más conflictivos. La prioridad, según se ha manifestado, es salvaguardar la seguridad y la tranquilidad de los residentes locales por encima de cualquier otra consideración.
Un representante del concejo municipal señaló que, previo al reciente partido en el recinto deportivo conocido como la Caldera, se llevó a cabo una reunión de coordinación entre directivos del club y la Policía Boliviana, cuyos acuerdos no se cumplieron a cabalidad. Se enfatizó que, si bien el control de seguridad suele ser riguroso antes de los eventos, la vigilancia posterior al término de los encuentros no se mantiene con la misma intensidad.
Adicionalmente, se ha expresado preocupación por la escasez de efectivos policiales desplegados para garantizar la seguridad en los estadios. Se ha indicado que la gran afluencia de público contrasta con el reducido número de agentes, lo que representa un desafío considerable. Por ello, se solicitará a la fuerza policial de Montero que asigne un contingente mayor de personal para futuros eventos.
Los recientes enfrentamientos han sido descritos como el punto de inflexión. Se ha documentado que no es la primera ocasión en que los seguidores de Oriente Petrolero protagonizan incidentes. Se han reportado altercados tanto en partidos contra el Club Guabirá como en otras circunstancias, incluyendo un incidente la semana anterior durante un enfrentamiento con el equipo ABB, que también resultó en disturbios callejeros. Particularmente, los disturbios del miércoles por la noche incluyeron la observación de un individuo portando un machete en la zona de los enfrentamientos, lo que ha generado una condena generalizada entre la población montereña.
Desde la perspectiva del Club Guabirá, su gerente ha subrayado la importancia de la asistencia de público a los estadios, aunque lamenta profundamente la infiltración de individuos con intenciones vandálicas. Se hizo una clara distinción entre los verdaderos aficionados que asisten para apoyar a su equipo y aquellos que buscan causar daños.
Existe una considerable inquietud en el club ante la posibilidad de que se decrete la ausencia de público en las tribunas, lo que implicaría un perjuicio económico significativo. Se ha señalado que algunos partidos ya operan con déficits financieros, y la pérdida de ingresos por venta de entradas agravaría aún más esta situación. El directorio del Club Guabirá ha manifestado su intención de colaborar estrechamente con la comunidad de Montero para prevenir incidentes mayores, con el objetivo primordial de evitar cualquier desenlace fatal. Asimismo, se ha confirmado que la directiva convocará a las autoridades pertinentes para abordar la situación y tomar decisiones conjuntas