La reaparición de largas filas en las estaciones de servicio para la adquisición de diésel y gasolina ha generado una profunda inquietud en el sector avícola de Tarija. La industria advierte que, de no normalizarse con prontitud el suministro de carburantes, podrían surgir serios inconvenientes en el abastecimiento de carne de pollo y huevos en todo el departamento.
Desde la Asociación Departamental de Avicultores de Tarija (ADAT), la gerencia ha manifestado que el actual escenario de escasez de combustibles mantiene en vilo a los productores. En consecuencia, se hace un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para que regulen la dotación, dada la necesidad diaria de combustible para la distribución de sus productos a los diversos mercados.
Aunque hasta el momento no se han reportado faltantes en las granjas avícolas, a diferencia de episodios anteriores de desabastecimiento, la expectativa es evitar una escalada de estas dificultades. Con el fin de anticiparse a posibles problemas, el sector tiene previsto establecer una coordinación directa con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para asegurar la prioridad de este rubro esencial.
Los productores, por su parte, han logrado mantener estables los precios de sus productos en las últimas semanas. El kilo de carne de pollo al por mayor se cotiza en 22 bolivianos, mientras que el maple de huevos se encuentra entre 25 y 30 bolivianos al precio mayorista. No obstante, se aclara que el costo final para el consumidor puede diferir debido a la cadena de intermediación.
Sin embargo, la preocupación del sector se extiende a la garantía de insumos para la preparación de alimento para las aves. Se ha reportado que la soya solvente, un componente crucial que llega desde Santa Cruz, ha experimentado demoras significativas en sus entregas, situación atribuible a la escasez de unidades de transporte disponibles para su traslado