La dirigente Ruth Nina ha reafirmado sus controvertidas declaraciones, en las cuales anticipó que en la jornada electoral se contabilizarían vidas sacrificadas en lugar de sufragios. Ha manifestado su plena disposición a responder ante el sistema judicial, y ha lanzado un desafío directo a las autoridades, instándolas a proceder con su detención para observar si tal medida resultaría en un incremento o una disminución de votos, particularmente para el Movimiento Al Socialismo (MAS).
La líder política ha expresado su convicción de que, si su encarcelamiento beneficiara electoralmente al gobierno o a figuras como Samuel y Tuto, quienes, a través de sus representantes legislativos, han solicitado su detención, entonces deberían actuar. Ha enfatizado que es el momento de que asuman las consecuencias de tal acción, evaluando si les sumaría apoyo o, por el contrario, les restaría votos al punto de comprometer su personería jurídica. Esta postura se enmarca en un contexto donde el candidato del MAS, Eduardo Del Castillo, enfrenta la posibilidad de que su partido pierda su estatus legal si no alcanza el umbral del 3% de los votos, según proyecciones recientes.
Nina ha declarado su ausencia de temor, presentándose como una mujer de acción directa. Ha afirmado que si la defensa de los sectores populares e indígenas constituye un delito, está preparada para enfrentar la reclusión con honor, y ha advertido que las próximas elecciones se verán directamente afectadas por la decisión de encarcelarla.
Respecto a su afirmación sobre el conteo de muertos, la dirigente ha aclarado que se refiere a la disposición de diversas organizaciones sociales a ofrendar sus vidas en la defensa de sus derechos fundamentales. Explicó que esta expresión busca visibilizar los decesos de comunarios y campesinos, los cuales, a su juicio, fueron ignorados o subestimados durante conflictos recientes, donde la cobertura mediática se centró predominantemente en las bajas policiales. Nina sostiene que las vidas de los campesinos no fueron debidamente contabilizadas ni investigadas, y que sus cuerpos fueron ocultados.
Su indignación también se extiende a la anulación de la personería jurídica de su partido, Pan-Bol, por parte del Órgano Electoral. Ha enfatizado que existe una resolución judicial de amparo que favorece a su organización política, pero que las autoridades electorales han incumplido al no restituir su estatus legal.
Asimismo, la dirigente ha subrayado que su reclamo fundamental radica en la exigencia de una participación plena de los pueblos indígenas en los procesos electorales. Considera que la inhabilitación de Pan-Bol vulnera los derechos políticos de este segmento poblacional. Ha manifestado que si demandar la participación indígena en las elecciones es un delito, está dispuesta a comparecer ante la justicia para cualquier investigación. Reafirmará el sentir de un pueblo que, según su perspectiva, ha sido excluido de los sectores más empobrecidos y populares.
Cabe recordar que Nina intentó postular a Evo Morales a través de Pan-Bol. La dirigente sostiene que la revocación de la personería jurídica de su partido fue una medida indebida y una consecuencia directa de esta iniciativa