La integridad del proceso electoral se fundamenta en un meticuloso sistema de salvaguarda para el material de votación, un protocolo que involucra la colaboración del personal del Órgano Electoral Plurinacional, la Policía y las Fuerzas Armadas. Este riguroso procedimiento se compone de ocho etapas esenciales, abarcando desde la manufactura de los insumos hasta su retorno final a los centros de cómputo, todo ello complementado por un avanzado esquema de monitoreo digital que utiliza cuatro plataformas tecnológicas.
Recientemente, la entidad electoral departamental de La Paz llevó a cabo una jornada instructiva inaugural, dirigida a efectivos policiales y militares. Esta capacitación se centró en la gestión de la cadena de custodia, una labor que se iniciará en breve con la impresión de las papeletas de sufragio. Se estableció que las fuerzas policiales asumirán la responsabilidad principal en los entornos urbanos, mientras que las Fuerzas Armadas brindarán apoyo en las zonas rurales, trabajando conjuntamente con la Policía y las autoridades electorales departamentales.
En el ámbito electoral, la cadena de custodia se define como el conjunto de medidas de seguridad aplicadas a todos los componentes del material electoral. Esto incluye desde la producción inicial de boletas y sobres, pasando por su distribución a los recintos de votación, hasta su disposición final en los centros de cómputo una vez concluida la jornada cívica.
El itinerario de seguridad comienza con la fase de producción, que implica la impresión de las papeletas y demás elementos que conforman el kit electoral. Desde este punto inicial, la Policía ejerce una vigilancia estricta en las imprentas, documentando cada movimiento de material y personal mediante formularios específicos. Durante la capacitación, se enfatizó la necesidad de un control minucioso, registrando entradas, salidas y cantidades de material.
Posteriormente, se activa la segunda fase: el traslado del material hacia los Centros de Operaciones Logísticas (COL) de cada entidad electoral departamental. Este transporte se realiza bajo custodia policial, verificando que los vehículos sigan las rutas preestablecidas. La tercera etapa se desarrolla en los COL, donde otros efectivos policiales supervisan la recepción del material, cotejando las cantidades y la identidad del personal que lo introduce, siempre con el apoyo de la documentación pertinente.
La cuarta fase consiste en la preparación de los kits electorales dentro de los COL departamentales. A continuación, la quinta etapa implica la revisión y verificación exhaustiva de todo el material que será despachado, ya sea a recintos de acopio intermedios o directamente a los centros de votación. En cada una de estas fases, los oficiales de policía garantizan el cumplimiento de los protocolos de seguridad, las cantidades exactas y la integridad del material antes de su envío.
La sexta fase corresponde al traslado de los insumos electorales hacia los Centros Departamentales de Logística (CDL), desde donde se organizará su distribución, que constituye la séptima fase, hacia los recintos de votación. Para este desplazamiento, se utilizan furgonetas que transportan a un funcionario de la autoridad electoral, el conductor y un custodio policial. Se recalcó la importancia de la precisión en la entrega: si un recinto cuenta con 48 mesas, se deben entregar exactamente 48 kits electorales, sin desviaciones, una verificación que se realiza con los notarios electorales y a través de los formularios.
Este proceso de preparación y distribución se completa el día previo a la jornada electoral en las áreas urbanas, mientras que en las zonas rurales se inicia con varios días de antelación, considerando las distancias y la logística. Una vez finalizada la votación, se activa la octava y última fase: el retorno del material electoral a los centros de cómputo, un procedimiento que también se efectúa bajo custodia policial y siguiendo protocolos estrictos.
Adicionalmente al control físico ejercido por las fuerzas del orden, toda la cadena de custodia está bajo la supervisión de un sistema digital. Para ello, la Dirección de Tecnologías de Información de la autoridad electoral superior ha implementado cuatro aplicaciones o subsistemas. Uno de estos sistemas permite un monitoreo continuo de la cadena de custodia, facilitando la generación de informes sobre cualquier incidente. Otro subsistema ofrece seguimiento en tiempo real del traslado del material hacia los recintos de votación, su devolución y su llegada a los COL. Estas herramientas digitales se instalarán en los dispositivos móviles del personal electoral, policial y militar involucrado.
Una tercera aplicación se destinará a supervisar la labor de los notarios electorales durante la jornada de votación, y una cuarta controlará específicamente la producción de los kits electorales. Los responsables de la capacitación aseguraron que estas aplicaciones cumplen con los más altos estándares de calidad exigidos por la Dirección de Tecnologías de Información.
Toda esta información, compartida con los mandos militares y policiales en la sesión inicial de capacitación, tiene como objetivo que estos a su vez instruyan al personal bajo su mando que participará en esta crucial fase del proceso electoral. Estas jornadas de formación se están replicando en todas las entidades electorales departamentales del país