El sector del magisterio urbano en Tarija ha llevado a cabo una manifestación pública para exigir una adecuación salarial por parte del Gobierno nacional. La movilización responde a la creciente preocupación por la disminución del poder adquisitivo, atribuida a la actual crisis económica y al persistente aumento de la inflación, factores que, según los docentes, hacen insuficientes sus ingresos para sostener a sus familias.
Esta acción no es un hecho aislado, sino que forma parte de una determinación adoptada por las 31 federaciones de maestros urbanos a nivel nacional, quienes replicaron las protestas de manera coordinada en todos los departamentos del país. Los representantes del gremio han subrayado que la difícil coyuntura económica afecta transversalmente a todos los ciudadanos, tanto asalariados como no asalariados, y por ello instan a las autoridades a implementar soluciones concretas.
La capacidad adquisitiva de los salarios ha mermado considerablemente. Un ejemplo ilustrativo revela que un ingreso de 5.200 bolivianos, en el caso de quienes sostienen una familia con dos hijos, se considera insuficiente para cubrir las necesidades básicas. La situación es aún más precaria para los docentes que inician su carrera en la quinta categoría, con un salario de 3.100 bolivianos, quienes también enfrentan serias dificultades para llegar a fin de mes.
Ante la falta de respuesta a sus reivindicaciones, la posibilidad de escalar las medidas de presión no se ha descartado. Esta no es la primera ocasión en que el sector se moviliza; previamente, ya se habían registrado manifestaciones en la ciudad de La Paz. El magisterio espera que, tras esta reciente movilización, el Ejecutivo preste atención a las necesidades de este colectivo y a la compleja situación económica que atraviesa el país.
En el actual panorama preelectoral, los docentes han declarado su independencia frente a cualquier candidatura política, descartando cualquier acercamiento con figuras políticas. Critican la ausencia de propuestas concretas en materia educativa por parte de los aspirantes a cargos públicos, enfatizando que la indiferencia hacia la salud y la educación descalifica a cualquier aspirante político. El Magisterio Urbano se define como un gremio autónomo, diferenciándose de otras organizaciones que podrían tener inclinaciones partidistas.
Entre otras demandas planteadas por el profesorado, se ha señalado una disparidad en las condiciones laborales entre el magisterio urbano y rural, argumentando que los docentes rurales perciben salarios superiores y cumplen con una mayor carga horaria. Adicionalmente, otras reivindicaciones incluyen un incremento en el presupuesto destinado a la educación, la asignación de más cargos docentes, y la posibilidad de acceder a una jubilación equivalente al cien por ciento de sus últimos salarios