La región del Chaco aguarda con expectativa la plena operatividad del hospital de tercer nivel Fray Quebracho, una infraestructura vital para la atención sanitaria local. Existe una marcada esperanza de que, en el menor tiempo posible, este centro médico pueda ofrecer la totalidad de servicios especializados que la población requiere.

Actualmente, los pacientes que necesitan atención de alta complejidad en el Chaco se ven obligados a buscar derivación a centros hospitalarios en Tarija, como el San Juan de Dios, o incluso a ciudades más distantes como Santa Cruz, e incluso cruzar la frontera hacia Argentina. Esta situación subraya la carencia de servicios de tercer nivel en la zona, una deficiencia que ha generado preocupación constante.

Entre las principales inquietudes de la población se encuentra la ausencia de servicios cruciales como internación, quirófanos para cirugías, y especialmente, unidades de terapia intensiva. Se ha señalado que la falta de disponibilidad de camas de terapia intensiva en la región ha tenido consecuencias lamentables, obligando a traslados urgentes a Tarija que, en ocasiones, resultan fatales.

El hospital Fray Quebracho se encuentra en un proceso de implementación por fases. En su etapa inicial, el centro ofrece atención en cinco especialidades, complementadas con servicios de laboratorio, farmacia, psicología y fisioterapia. Sin embargo, se ha anunciado un avance significativo para las próximas semanas, con la entrada en una segunda fase que ampliará la oferta de especialidades médicas de cinco a quince, además de incorporar un servicio completo de imagenología. Esta expansión cuenta con el compromiso del Ministerio de Salud para la dotación de recursos humanos, incluyendo ítems para médicos especialistas. La previsión es que esta ampliación esté operativa antes del aniversario de la región del Chaco, previsto para agosto.

A pesar de estos avances, la comunidad insiste en la necesidad imperante de que el hospital integre servicios esenciales como la internación y la terapia intensiva en sus fases subsiguientes. Se espera que la tercera fase contemple la implementación de estas áreas vitales, junto con otras prestaciones necesarias para un hospital de su categoría.

La saturación del hospital Rubén Zelaya, clasificado como de segundo nivel, es un reflejo de la demanda insatisfecha de atención especializada en la región. Actualmente, este centro asume la atención en especialidades que, por su naturaleza, corresponden a un tercer nivel, como cardiología y urología, debido a la ausencia de otra infraestructura que pueda cubrir estas necesidades en el Chaco. La aspiración es que el Fray Quebracho alivie esta presión y provea una atención integral y especializada, evitando los traslados y garantizando la salud de la población local

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