Fluminense aseguró su pase a los cuartos de final del Mundial de Clubes al imponerse 2-0 sobre el Inter de Milán en Charlotte. Este resultado lo posiciona para enfrentarse al vencedor del encuentro entre el Manchester City y Al Hilal.
Para el conjunto italiano, subcampeón de la reciente Liga de Campeones, este torneo culminó de manera similar a cómo comenzó: con una actuación vacilante. A pesar de las modificaciones en el cuerpo técnico y la incorporación de nuevos talentos, la escuadra milanesa pareció arrastrar las secuelas de la contundente derrota sufrida ante el Paris Saint-Germain en la final de Múnich, acontecida apenas un mes atrás.
El marcador se abrió prematuramente, antes de que se cumplieran los tres minutos de juego. Un desajuste defensivo en el flanco derecho de la zaga italiana, sumado a un rebote fortuito, permitió a la ofensiva carioca generar peligro. Un centro posterior, desviado por Bastoni, se elevó en un suave arco hacia el corazón del área. Allí, una incomprensible indecisión de Darmian dejó el balón a merced del experimentado Germán Cano, quien con un certero cabezazo a quemarropa envió el esférico por debajo del cuerpo de Sommer, perforando la red.
Esta situación marcó la tercera ocasión en el certamen en que el Inter se veía forzado a reaccionar tras encajar un gol en la primera mitad. Durante los veinte minutos subsiguientes, el conjunto brasileño adoptó una postura defensiva sólida, cediendo la iniciativa. Pese a que la posesión del balón era efímera para los tricolores, figuras clave del mediocampo interista como Mkhitaryan y Barella no lograban encontrar la fórmula para desequilibrar. Salvo una notable jugada combinativa entre el centrocampista armenio y Dimarco, que culminó con una meritoria intervención del guardameta Fábio, el equipo milanés exhibió una notoria falta de lucidez, quizás afectada tanto por el gol encajado como por las condiciones climáticas de Charlotte, logrando generar peligro únicamente a través de jugadas a balón parado.
Sin embargo, la escuadra dirigida por Renato Gaúcho despertó a la media hora de juego, creando una oportunidad manifiesta cuando Samuel Xavier, tras un rechace de Sommer a un potente disparo de Jhon Arias, envió el balón desviado por escasos centímetros. Poco antes del descanso, los ‘nerazzurri’ evitaron el segundo tanto por un margen mínimo, luego de que Ignacio se precipitara en su intento de remate de cabeza, en una acción que evidenció nuevamente la falta de concentración defensiva por parte del equipo de Chivu. La primera mitad concluyó con un breve altercado, que resultó en una tarjeta amarilla para el técnico del Fluminense, quien pateó un balón que Mkhitaryan se disponía a recoger para un saque de banda.
La tónica del encuentro no varió tras el intermedio, a pesar de los intentos de Chivu por revitalizar a su equipo con la entrada de Sucic, Carboni y Luis Henrique a los ocho minutos de la reanudación. El Inter continuó mostrando dificultades en la fase ofensiva, mientras que Fluminense, gestionando la posesión con inteligencia, generaba las ocasiones de mayor peligro, como un nuevo disparo lejano de Arias que exigió una estirada providencial de Sommer.
Hacia la mitad del segundo tiempo, una jugada polémica en el área brasileña, donde se reclamó una posible mano de Thiago Silva, no fue sancionada por el árbitro salvadoreño. Inmediatamente después, De Vrij desaprovechó una inmejorable oportunidad al rematar desviado un balón servido con maestría por Lautaro, a pesar de encontrarse en una posición inmejorable frente al arco. Estos instantes, con veinte minutos aún por disputarse, parecieron inyectar un nuevo impulso al conjunto milanés. Poco después, Di Marco estuvo a punto de conseguir el empate con un lanzamiento de falta directa que se marchó lamiendo el poste izquierdo. Lautaro, por su parte, consiguió un disparo a puerta, el tercero del Inter en ochenta minutos. Lo que siguió fue un asedio constante: un remate de Esposito dentro del área exigió una intervención soberbia de Fábio, y acto seguido, Lautaro estrelló el balón en el poste izquierdo del experimentado guardameta del Fluminense.
Sin embargo, en el momento de mayor presión por parte de los milaneses, y con el tiempo reglamentario ya cumplido, Hércules capitalizó un desajuste defensivo para internarse en el área y sentenciar el partido con un potente zurdazo cruzado que encontró el fondo de la red. Todavía hubo un último intento de Dimarco, cuyo disparo impactó en el larguero, acentuando el lamento del Inter por las numerosas oportunidades desaprovechadas.
Fluminense se medirá ahora al vencedor del encuentro entre Manchester City y Al Hilal, que se disputará en Orlando, donde el equipo de Guardiola parte como claro favorito. Por su parte, el Inter regresa a casa, enfrentando una pretemporada que, tras la decepción de Múnich y su deslucida participación en este certamen mundial, se anticipa como un periodo de profunda reflexión y análisis