Las autoridades nacionales, a través del Fondo de Inversión Productiva y Social, han salido en defensa de los proyectos industriales que se desarrollan en el departamento de Tarija. Afirman que estas iniciativas no fueron producto de la improvisación, sino que se fundamentaron en rigurosos análisis y estudios de viabilidad. Las críticas esgrimidas por exautoridades han sido desestimadas, calificándolas de motivaciones políticas.
Un antiguo asambleísta departamental, ahora aspirante a un cargo político, había previamente señalado que varias de estas obras carecían de estudios técnicos adecuados y de una conexión genuina con la demanda productiva regional. Recordó el fracaso de proyectos anteriores, como la planta procesadora de cítricos en Bermejo, atribuyéndolo a una falta de visión estratégica. La preocupación subyacente era la inutilidad de construir infraestructuras sin una producción suficiente para abastecerlas o sin mercados capaces de absorber sus productos.
Desde la administración central, se enfatiza que cada una de las siete plantas en ejecución en Tarija representa una valiosa oportunidad para transformar los recursos naturales de la región, abrir nuevos mercados y forjar un futuro de mayor prosperidad para sus habitantes. La inyección económica supera los 89 millones de bolivianos en la economía local, destinados a diversas factorías. Entre ellas se incluyen una planta de extracto de aceite de manzanilla, dos unidades de producción de alimento balanceado, una instalación para membrillo y durazno, una fábrica de cerámicas y una planta dedicada al procesamiento de ajo y cebolla.
El gerente regional del Fondo de Inversión Productiva y Social lamentó que ciertas exautoridades, en su búsqueda de posicionamiento político de cara a las próximas elecciones nacionales, minimicen el impacto de estos complejos industriales. Aseguró que, con un enfoque en la innovación y el compromiso, el departamento de Tarija avanza hacia un desarrollo inclusivo y sostenible. Subrayó que los argumentos presentados por estas figuras, que ahora buscan candidaturas, son inoportunos y carecen de fundamento técnico, buscando únicamente desprestigiar el trabajo realizado.
Se explicó que, una vez que las plantas industriales sean transferidas por el Fondo de Inversión Productiva y Social a las comunas que previamente firmaron convenios, la responsabilidad directa de su operación y puesta en marcha recaerá en las alcaldías. Se detalló que, antes de iniciar las obras, se llevó a cabo un concurso donde los municipios presentaron sus propuestas, y la viabilidad de cada factoría fue analizada mediante estudios exhaustivos. El ejecutivo afirmó que el proceso se rige por un manual de operaciones, descartando cualquier ejecución arbitraria. Asimismo, recalcó que los municipios están plenamente informados, a través de documentos firmados antes de la construcción, de que la responsabilidad total de las plantas recae sobre ellos una vez realizada la transferencia. El objetivo primordial del Gobierno y del Fondo de Inversión Productiva y Social es dinamizar la economía local, generando empleo y brindando apoyo a los agricultores de los distintos municipios de Tarija