Benfica logró un triunfo histórico sobre el Bayern Múnich, asegurando la victoria por la mínima diferencia para adjudicarse el primer puesto de su grupo. Este resultado trascendental no solo catapultó al equipo portugués a la cima, sino que también relegó al poderoso conjunto alemán a la segunda posición y eliminó las esperanzas de clasificación de Boca Juniors.

La seguridad del pase del equipo lisboeta nunca estuvo realmente en entredicho en la jornada final, a pesar de las especulaciones sobre una posible derrota o una goleada de Boca Juniors. Sin embargo, en el exigente enfrentamiento contra el Bayern Múnich en Charlotte, ninguna de esas circunstancias se materializó. La clasificación se mantuvo firme, cimentada en la segunda mitad por los reflejos providenciales de su guardameta, Trubin, quien brilló a lo largo de todo el encuentro.

El momento decisivo llegó temprano, a los trece minutos de juego, cuando Schjelderup anotó el único gol del partido. La jugada se gestó con la participación del omnipresente Ángel Di María, cuyo desequilibrio inicial permitió a Aursnes enviar un centro preciso que el joven delantero remató con maestría para establecer el 1-0.

Ángel Di María, a sus 37 años y con una trayectoria de casi mil partidos en la élite, demostró una vigencia asombrosa. Su capacidad de desborde sigue siendo impresionante, trascendiendo el paso del tiempo. Además, canaliza el juego de su equipo, ejecuta los saques de esquina y se mueve con una soltura imponente. Incluso el poderoso Bayern sufrió su calidad, y un avance de Pavlidis, que aguantó la marca de Upamecano desde el mediocampo hasta el área antes de caer por una carga reglamentaria, generó un momento de alarma. La acción prometía gol, pero Pavlidis, más atento a su perseguidor que al duelo con Neuer, perdió el equilibrio en el momento crucial.

El panorama del partido resultó inusual para el Bayern, que se vio a merced de la velocidad del Benfica. El conjunto portugués fue superior en la ocupación de espacios y entre líneas, a pesar de registrar una posesión mínima, apenas un 23% a los veinticinco minutos, pero con una claridad ofensiva notable. El Bayern no logró un solo remate a portería en la primera mitad, ni siquiera al llegar al descanso con el marcador adverso y bajo una temperatura sofocante. El argentino Gianluca Prestianni, de Benfica, incluso sufrió un aparente golpe de calor en la primera parte, requiriendo atención médica antes de reincorporarse al juego, demostrando su plena recuperación con un esprint.

La convicción inicial del Bayern de no alinear a varios de sus titulares, como Kimmich, Musiala, Goretzka, Olise, Harry Kane y Tah, resultó ser un error. En la reanudación, con el 1-0 en contra, el técnico Kompany rectificó y dio entrada a Kane, Olise y Kimmich. Esta potente apuesta fue una clara declaración de intenciones, ya que el impacto de jugadores como Kane y Olise, conocidos por su prolífica contribución en goles y asistencias, fue inmediato.

En los primeros cinco minutos de la segunda mitad, el Bayern generó tres ocasiones claras. La pierna derecha de Trubin, con refle

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