El Olympique Lyonnais, una institución emblemática del fútbol francés, se enfrenta a una coyuntura crítica con la confirmación de su descenso a la segunda categoría para la temporada 2025-2026. Esta determinación surge a raíz del incumplimiento de los parámetros financieros establecidos por la Dirección Nacional de Control y Gestión (DNCG), el organismo regulador encargado de supervisar la solvencia económica de los clubes profesionales en Francia.

A pesar de este revés, la entidad lionesa, que actualmente se encuentra bajo la dirección del inversor estadounidense John Textor —quien también posee intereses en el Botafogo brasileño—, conserva el derecho a interponer un recurso contra la resolución.

El historial del Lyon es vasto y glorioso, cimentándolo como uno de los clubes de mayor tradición en el panorama futbolístico galo. Su vitrina de trofeos es testimonio de su legado, incluyendo siete títulos de la Ligue 1, todos ellos obtenidos de manera consecutiva entre 1998 y 2011, además de cinco Copas de Francia, ocho Supercopas, una Copa de la Liga y una Copa Intertoto europea.

Los desafíos económicos que afronta el club no son recientes. Ya en noviembre del año anterior, la DNCG había emitido una advertencia formal, concediendo a la organización un plazo para sanear los importantes desequilibrios financieros que afectaban a su plantilla masculina, una deuda que se estimaba en 175 millones de euros.

A lo largo de su trayectoria, los campos del Olympique Lyonnais han sido escenario del talento de numerosas figuras destacadas del balompié. Entre ellos se cuentan leyendas francesas como Karim Benzema, Hugo Lloris, Alexandre Lacazette y Jean Tigana, así como talentos internacionales de la talla de los brasileños Sonny Anderson y Juninho Pernambucano, o el argentino Lisandro López