El proyecto liderado por el presidente Luis Arce se posiciona como una pieza clave en la estrategia de Bolivia para reducir la dependencia de importaciones de combustible.
La Planta Procesadora de Aceite Vegetal y Aditivos en Tarija, impulsada por el gobierno boliviano, representa un hito en la producción de biodiésel y en la búsqueda de un futuro más sostenible para el país.
La construcción de la Planta Procesadora de Aceite Vegetal y Aditivos en Villa Montes, Tarija, ha alcanzado un significativo avance, superando el 50% de su ejecución. Este proyecto, liderado por el presidente Luis Arce, se perfila como una pieza fundamental en la estrategia del país para incrementar la producción de biodiésel y reducir la dependencia de las importaciones de combustible, que actualmente cubren el 90% de la demanda interna.
La importancia de esta planta va más allá de la autosuficiencia energética, ya que representa un compromiso con un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Según palabras del presidente Arce, la Planta Procesadora de Aceite Vegetal y Aditivos simboliza el avance hacia un escenario más limpio y lleno de oportunidades para el país.
El gobierno boliviano ha demostrado un fuerte compromiso con la reducción de la importación de combustibles, mediante la implementación de plantas de biodiésel y la exploración de recursos hidrocarburíferos. El reciente descubrimiento del megacampo Mayaya, en el norte de La Paz, es un claro ejemplo de los resultados positivos de estas políticas.
La Planta Procesadora de Aceite Vegetal y Aditivos en Tarija se suma a otras instalaciones similares en el país, como la planta de biodiésel en Santa Cruz, que ya está en funcionamiento, y la próxima planta en El Alto. Esta planta en Villa Montes tendrá la capacidad de procesar 200 toneladas de materia prima al día, beneficiando a casi 40.000 habitantes, incluyendo a 1.190 productores del sector agrícola.
Con un avance físico del 53,4% y financiero del 56,75%, se espera que la planta cuente con equipamiento de última generación y maquinaria eficiente. Su infraestructura permitirá ofrecer servicios de almacenamiento, extracción y producción de aceites de alta calidad, destinados a la producción de biodiésel.
En el contexto de la política de industrialización con sustitución de importaciones impulsada por el gobierno boliviano, la construcción de esta planta es solo una de las 170 industrias proyectadas en el país. Estos esfuerzos buscan fortalecer la economía local, fomentar la producción nacional y avanzar hacia un modelo más sostenible y autónomo en términos energéticos.
La planta en Villa Montes es solo uno de los ejemplos de la apuesta de Bolivia por fortalecer su economía y avanzar hacia un modelo energético más autónomo y respetuoso con el medio ambiente.